Los dueños de propiedades en Florida saben que son responsables del mantenimiento de la propiedad. Si el propietario no hace las reparaciones o no realiza el mantenimiento de la propiedad y alguien se lesiona, esto puede resultar en responsabilidad de la propiedad. La persona que resultó lesionada debe probar que el dueño de la propiedad fue negligente.
Si, por ejemplo, el dueño de una tienda sabe que los escalones que conducen fuera del establecimiento están rotos y pueden hacer que alguien tropiece y un cliente se caiga y se lesione al salir de la tienda, el dueño de la tienda puede ser considerado negligente. El dueño de la tienda puede argumentar que él o ella no fue responsable y desautorizar un reclamo de responsabilidad del local. Es responsabilidad de la persona lesionada probar que el propietario de la tienda debería haber tomado las medidas adecuadas para hacer que el área sea segura y, debido a su negligencia al hacerlo, es responsable.
La negligencia es a menudo difícil de probar; sin embargo, el demandante puede usar una teoría legal llamada res ipsa loquitor para probar negligencia mediante pruebas circunstanciales. El concepto de que las circunstancias hablan por sí mismas coloca al acusado en la posición de demostrar que no fue negligente.
Para usar esta doctrina, el demandante debe demostrar que el incidente no habría ocurrido si el dueño de la tienda no hubiera sido negligente y debe demostrar que el dueño de la tienda es el único responsable y está obligado a brindar seguridad al cliente en las instalaciones. Alternativamente, el dueño de la tienda podría argumentar que el cliente no estaba mirando hacia dónde se dirigía y que tenía cierto grado de responsabilidad por el accidente en el que resultó lesionado.
Un abogado puede ayudar a una persona lesionada a mostrarle a un tribunal o jurado que negligencia existió. El abogado puede ayudar a la persona lesionada a recuperar las pérdidas debido a la atención médica, la pérdida de ingresos y el dolor y el sufrimiento.
