Según los funcionarios de salud, al menos 40 pacientes de siete estados diferentes, incluida Florida, recibieron fluidos intravenosos sin esterilizar en los hospitales. Las bolsas de líquido tenían una solución salina simulada en el interior, que se usa principalmente cuando los proveedores de salud están practicando cómo administrar la solución a los maniquíes. Debido al incidente, una persona murió, pero los médicos no están seguros de si la muerte estuvo directamente relacionada con la solución salina no esterilizada.
Los síntomas, que aparecieron inmediatamente después de la administración de los líquidos, incluían escalofríos, temblores, dolores de cabeza y fiebre, lo que provocó varias hospitalizaciones. Las fuentes noticiosas dicen que los productos se distribuyeron en mayo de 2014, pero no está claro cómo se entregaron las bolsas a los hospitales. La empresa que produce la solución declaró que las bolsas solo se venden a instituciones educativas.
Los informes indican que solo una instalación médica se dio cuenta de que la solución salina estaba destinada a la simulación y la envió de vuelta al distribuidor. La Administración de Alimentos y Medicamentos advirtió a los profesionales médicos que siempre deben asegurarse de que las bolsas de fluidos no sean productos de entrenamiento destinados a la simulación y que los pacientes puedan garantizar su seguridad comprobando si la bolsa está marcada como estéril.
Errores hospitalarios como éste puede hacer que la enfermedad existente de un paciente se convierta en una naturaleza significativamente más seria, resultando en estadías prolongadas en el hospital, facturas médicas más altas y salarios perdidos. Un abogado podría ayudar a una persona en esta situación a recuperar la restitución por los daños en los que incurrió debido al error. Se puede justificar una demanda por negligencia médica contra el centro médico y el personal responsable de las lesiones de un paciente.
Fuente: USA Today, "40 pacientes recibieron por error líquido intravenoso no esterilizado", Liz Szabo, 15 de enero de 2015
