Utilizando parte de la autoridad que se les otorgó en la Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria de la FDA, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ha autorizado a los inspectores en la frontera a detener los envíos de papayas desde México. Esto sigue a más de 100 casos de intoxicación por salmonela relacionados con importaciones contaminadas. Los importadores deben demostrar que sus envíos son seguros proporcionando pruebas de laboratorio validadas.
Los alimentos y medicamentos defectuosos o peligrosos son una preocupación cada vez mayor en las importaciones internacionales. Durante años, la FDA se ha visto obstaculizada por un sistema anticuado que se construyó cuando la gran mayoría de los productos utilizados en los Estados Unidos se producían en el país. El dramático aumento de los productos importados ha dejado a la FDA luchando por proteger a los estadounidenses de productos de calidad inferior y, a veces, peligrosos. Las papayas contaminadas son las últimas de una serie de importaciones que han generado titulares.
Según el modelo antiguo, la FDA esperaría a que el producto dañara a sus consumidores. A continuación, iniciaría un retiro del mercado del producto infractor. Las nuevas reglas permiten que la FDA actúe de manera preventiva para evitar que los productos dañinos lleguen a nuestras tiendas de comestibles o estanterías minoristas. Como puede atestiguar cualquier persona que haya sufrido intoxicación por salmonela, este método es preferible.
Las papayas contaminadas han causado enfermedades en 23 estados de los Estados Unidos. La mayoría de las papayas que se venden en los Estados Unidos provienen de México. Como la cepa de salmonela se ha identificado en envíos de todo México, ningún envío procedente de ese país puede considerarse seguro sin pruebas de laboratorio. Los consumidores deberían evitar comer papayas, o al menos elegir las papayas que se originaron en otro lugar que no sea México.
Fuente: Treehugger, A Discovery Company, "Papayas mexicanas contaminadas avisan a la FDA en la frontera, ”Por Sara Novak, 9 de octubre de 2011.
