Una docena de pacientes ancianos en todo el sur de Florida recibieron inyecciones que habían sido infectadas con bacterias. los inyecciones defectuosas eran del medicamento Avastin, comúnmente utilizado para tratar pacientes con cáncer. En este caso, el medicamento se estaba usando fuera de etiqueta para tratar una afección llamada degeneración macular. Actualmente, el Departamento de Salud está investigando cómo se contaminaron las inyecciones y qué tan extendido puede ser el daño.
La degeneración macular relacionada con la edad es una afección que causa pérdida de la visión en las personas mayores. Los pacientes que recibieron las inyecciones contaminadas tuvieron sus ojos expuestos a al menos dos formas de bacterias. La bacteria estreptococo atacó los ojos ya debilitados de los pacientes, lo que provocó una mayor pérdida de visión o incluso ceguera total. Los médicos no están seguros de si las víctimas lesionadas recuperarán la visión en el futuro.
El Departamento de Salud identificó rápidamente el medicamento contaminado, así como el lote de jeringas que contenía la bacteria. No está claro si el medicamento en sí estaba contaminado o si las jeringas en las que se colocó el medicamento contenían la bacteria. Hasta el momento, todas las víctimas identificadas recibieron Avastin mediante inyecciones en el ojo. No han surgido informes sobre el uso de Avastin contaminado en pacientes con cáncer.
Las víctimas de este producto médico defectuoso enfrentan un camino difícil. Ya sea que el error fue cometido por el fabricante del medicamento, los fabricantes de la jeringa o la bacteria fue introducida por un manejo inadecuado por parte de profesionales médicos, las consecuencias podrían ser la pérdida permanente de la vista para los afectados. La familia de una víctima de 81 años ya contrató a un abogado para garantizar la protección de sus derechos y la responsabilidad de los responsables por el daño que causaron.
Fuente: WSVN News, “Las inyecciones contaminadas le cuestan la vista a los ancianos”, 21 de julio de 2011.
